Cortijos

Es difícil conocer con exactitud los inicios de muchos núcleos de población antes de la llegada de los castellanos ante la escasez de documentos árabes. Sobre todo, en comparación con la ingente cantidad de documentación castellana generada durante y tras la conquista del Reino Nazarí.

Un núcleo rural predominante en el entorno de la vega es el denominado michar, al cual los castellanos llaman cortijo tras la conquista. Sobre esta tipología de poblamiento, se sabe que tenían una entidad menor que las alquerías y que aparecen en áreas de poblamiento disperso, normalmente en suelos de secano, aunque en ocasiones contaban con espacios irrigados. Paulatinamente con los cambios que van introduciendo los castellanos en la Vega, estos «cortijos» son el eje articulador de grandes extensiones de terreno propios de la agricultura extensiva castellana.

Tras la reconquista del reino nazarí se van produciendo cambios paulatinos en la estructura agraria de la Vega de Granada; la población se concentra en determinadas alquerías y michares que han quedado pobladas tras la conquista y que, tras la Bula de Erección de Iglesias de 1501, cuentan con parroquia que actúa como elemento definitorio de un término geográfico que poco tiene que ver con la época nazarí.

Estas fincas se adaptaban a la agricultura tradicional castellana que estaba basada en la gran explotación de secano y el monocultivo. De esta forma, grandes extensiones de terreno se siembran de olivares, cereales o vid y el ganado toma una mayor importancia que en época nazarí. Estos cortijos son los centros de producción desde los que se gestiona un extenso territorio agrario, se van adaptando y transformando según el tipo de agricultura que se desarrolla en el terreno circundante. De esta forma se van dotando de cabañas para el ganado, prensas para el vino o la aceituna y viviendas para los jornaleros que podían vivir allí de forma temporal o permanente.

Empiezan a aparecer latifundios en las zonas periféricas de la Vega de Granada, estos son gestionados desde cortijos de nueva creación o que surgen sobre antiguas alquerías. Desde ellos la agricultura en las zonas de secano se especializa y se intensifica la presencia del olivo y de la vid.

Fuentes:

  • El poblamiento rural en la Vega de Granada en el siglo XIV y sus cambios por la conquista castellana (Juan José Sánchez Carrasco)